« ¿Qué vienen discutiendo por el camino? » les preguntó. Se detuvieron, cabizbajos (Lucas 24:17).
La tristeza, después de la resurrección de Cristo, está completamente fuera de lugar. Veamos el final del suceso en Lucas 24:31-35. Era tal su alegría y entusiasmo que no se lo pensaron dos veces y, a pesar de lo tarde que era, regresaron de inmediato a Jerusalén para contar lo que les había sucedido. Así, la salir hoy a cumplir nuestros deberes, recordemos que no estamos en el camino a Emaús. ¡Estamos de regreso! ¡Cristo ha resucitado!
Cleofas y su acompañante no lograban conectar lo que sabían con la realidad de ese domingo. ¿Quieres revisar la lista de todo lo que sabían? Lo tenemos en los versículos 19-24.
- « Jesús de Nazaret era un profeta poderoso en obras en palabras delante de Dios y de todo el pueblo ».
- « Los jefes de los sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para ser condenado a muerte, y lo crucificaron ».
- « Nosotros abrigábamos la esperanza de que era él quien redimiría a Israel ».
- « Ya hace tres días que sucedió todo esto ».
- « Algunas mujeres de nuestro grupo […] fueron al sepulcro pero no hallaron su cuerpo ».
- « Nos contaron que se les había aparecido unos ángeles quienes les dijeron que él está vivo ».
- « Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron ».
En un momento crucial para sus seguidores, y pudiendo haberse revelado como el Cristo resucitado, nos enseño que nuestras convicciones deben estar afirmadas en lo que las Escrituras dicen de él.
« En la palabra de Dios […] contemplamos a la Majestad de los cielos tal como se humilló para hacerse nuestro sustituto y garante, para luchar a solas con las potestades de las tinieblas y obtener la victoria en nuestro favor »
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