Al compás de la marcha fúnebre Jesús del Rescate fue levantada de su dosel el anda con la imagen de Jesús Nazareno del mismo nombre, del templo de Santa Teresa, en la 9a. avenida y 4a. calle, zona 1.
Este año, la alegoría de Jesús del Rescate se centró en un mensaje eucarístico: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”, que se leía a los pies de la imagen, durante su recorrido del Miércoles Santo.
En la parte frontal fueron colocadas espigas de trigo, sembradas en un campo; en la central, sobre una nube, la imagen de Jesús del Rescate, con túnica blanca y detalles en hilos de oro y su tradicional cruz verde y dorada. En la parte posterior del anda se observó el trigo ya recogido, para remarcar el mensaje procesional, sobre la instauración de la eucaristía.
La imagen y los elementos que la rodean fueron puestos de tal manera que se observara a Jesús desde cualquier ángulo. “Está sobre una nube y con túnica blanca, representando su deidad”, explicó Pablo Aparicio, de la Hermandad de Santa Teresa.
En tanto, la Virgen de Dolores del mismo templo —cuya característica principal es su tez morena— posaba en un adorno sencillo: una plataforma rodeada por las estaciones del Viacrucis.
La imagen de la madre de Jesucristo también podía verse desde cualquier sitio porque no se colocó ningún objeto en la parte frontal o posterior del anda.
Participantes
Desde el mediodía, el templo de Santa Teresa fue rodeado por feligreses que año con año asisten a presenciar la salida del cortejo procesional, el cual retornó cerca de las 22.30 horas, una hora después de haber pasado frente a la Catedral Metropolitana.
Aparicio comentó que el anda de Jesús la llevan 60 cargadores por turno, durante una cuadra.
“En total son 55 turnos ordinarios y 19 extraordinarios. En el caso de las devotas cargadoras, son 50 turnos ordinarios y 19 extraordinarios, solo que 40 cargan por turno”, agregó Aparicio.
Participan unos cuatro mil 440 cargadores y dos mil 760 devotas de la Virgen. Su trayecto es por el Centro Histórico, aunque también visitó el barrio Moderno, en la zona 2, así como los de San Sebastián y La Recolección, y el parque Colón.
Al estilo de antaño
El cortejo de Santa Teresa se caracteriza porque conserva varios detalles desde hace décadas: desde el sistema de inscripción hasta la transmisión y herencia de los turnos familiares.
Cada primer domingo de Cuaresma se registran los datos de los devotos, los cuales se inscriben en máquina de escribir análoga —contrario al resto de hermandades, que cuentan con sistema computarizado—, y entregan el turno en un sobre convencional.
Además, el tamaño de las andas ha permanecido intacto durante décadas.
Según la historia, la imagen que se venera en este templo perteneció a la orden de las monjas Carmelitas Descalzas, en tiempos de la Colonia.
Después de los terremotos de Santa Marta, ocurridos en 1773, las monjas fueron trasladadas a la nueva capital de Guatemala, pero debido a que no contaban con recursos económicos para sobrevivir, llevaron la imagen a una casa de empeño.
No obstante, familias enteras y fieles que solían venerarla lograron rescatarla y la devolvieron a donde pertenecía, razón por la cual, con los años, fue bautizada como Jesús Nazareno del Rescate, de acuerdo con la leyenda.
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