El Gobierno solo cuenta con Q46.28 millones de los Q324.8 millones que necesita para un plan emergente en materia de seguridad alimentaria y nutricional que se debe poner en marcha de inmediato para atender a 15 mil niños.
Para agravar el problema que sufren miles de familias pobres, las autoridades desconocen el paradero de una donación de alimentos entregada en noviembre del año pasado, informó el vicepresidente Rafael Espada.
Después de que el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan) declaró el viernes último situación de riesgo nutricional en el país, a solicitud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), fue aprobado el plan emergente 2011 con las acciones más urgentes a implementar de inmediato.
El Gobierno ratificó anoche, en Consejo de Ministros, el riesgo alimentario que había declarado el Conasan. De acuerdo con Ronaldo Robles, secretario de Comunicación Social, ello permitirá definir las estrategias de largo plazo para enfrentar el problema alimentario en Guatemala.
Los pasos
El referido proyecto consiste en cuatro etapas: determinar la disponibilidad de alimentos, el acceso a esos recursos, así como el consumo y el aprovechamiento biológico. De manera urgente se debe atender a 15 mil niños.
Espada explicó que primero se trata de conocer la cantidad de granos y planificar para el futuro, es decir, que haya productividad y cantidad no solo para la alimentación, sino para la reserva, y eventualmente para la venta.
“El segundo eje es que haya equipos y brigadas que a diario supervisen que la alimentación llegue a las áreas más necesitadas, mientras que el consumo de alimentos se refiere a que vamos a vigilar la parte aguda, quién va a llevar la comida y que no sea campaña política”, agregó.
Por último, el aprovechamiento biológico es para dar seguimiento a los casos y buscar recursos.
Según representantes de la sociedad civil de ese sector, con la declaración de situación de riesgo se busca evitar que se llegue a una situación de emergencia.
Opciones
El vicemandatario indicó que la semana pasada, en Houston, Estados Unidos, se reunió con directivos de la compañía Ma-ná, que ofrece “una solución a base de cacahuates”, la cual se podría comprar en los próximos días.
“Cuesta menos de Q1, cerca de Q0.90, son 500 calorías las que tiene cada sobre. También está la Fundación Sana, para comprar todos los alimentos para esos 15 mil niños; va a pagar todo”, afirmó.
Espada expuso que la mencionada compañía podría regalar el equipo para instalar en Guatemala una fábrica del producto alimenticio basado en maní, aunque no dio fecha.
“Estoy trabajando para instalarlo —el equipo— en el Trifinio, cerca del Corredor Seco, para fabricarlo, y eso disminuye los costos, ahorra hasta Q0.30”, aseguró.
Luis Enrique Monterroso, coordinador de la Unidad de Alimentación de la PDH, refirió que el riesgo nutricional no solo significa repartir alimentos.
“Estamos en una situación de riesgo nutricional, no en emergencia nutricional. La medida urgente en este momento no es la asistencia alimentaria, ni el reparto de bolsas”, resaltó.
Identificar causas
Monterroso indicó que también se requiere la identificación de las causas principales por las que existen zonas en riesgo —en el Corredor Seco y en varios departamentos del occidente—, información sobre el acceso actual a los alimentos, la mortalidad infantil y el resumen de la capacidad de respuesta.
En cuanto a las dudas de las donaciones de alimentos, Monterroso explicó que la ley del ramo establece que la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) debe documentar y normar el uso de las donaciones relacionadas con ese asunto.
“En consecuencia, la Sesan incurrió en incumplimiento de deberes al desconocer las gestiones y acuerdos de origen, destino y uso de la donación de alimentos a las que se refiere el señor vicepresidente, así como la documentación y normativa de las mismas”, señaló.
Lily Caravantes, de la Sesan, no respondió las llamadas a su teléfono celular.
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