El hermano mayor

¿Qué diremos fuente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿Quién puede estar en contra nuestra? (Romanos 8:31).

Un pastor contó cómo, cuando era jovencito, un bravucón lo golpeó en la escuela. Inmediatamente otros muchachos que habían visto lo sucedido, advirtieron al fanfarrón que el muchacho que había apaleado tenía un hermano muy alto y fuerte y, si dejaba las cosas así, pronto ajustaría cuentas con él. Esa misma noche el agresor se presentó en casa del agredido y solicitó hablar con su hermano para pedir una disculpa. Entonces recibió una firme advertencia: « No te vuelvas a meter con él ».

En esta vida Satanás, el gran bravucón, nos ha lastimado a todos los seres humanos. ¡Pero tenemos un hermano que no permitirá que nos sigan fastidiando! El problema es que muchos jóvenes no aceptan la ayuda que Cristo quiere darles, ¡y prefieren soportar los golpes, las humillaciones y los garrotazos de Satanás! ¡Jesús ya sufrió bastante en la cruz! Recibió todos los golpes que hacían falta y nadie necesita sentir más dolor.

En el capítulo 8 de la Carta a los Romanos el apóstol Pablo menciona lo que nuestro Hermano mayor hace por nosotros.

· Nos libra de la condenación, y nos da libertad de pecado y la muerte (vers. 1,2)

· Nos proporciona vida y paz mediante su Espíritu y nos da la esperanza de resurrección (vers.6,11)

· Nos ha beneficiado con su herencia porque nos adoptó como sus hijos (vers. 15-17).

· Nos ofrece la guía del Espíritu y su apoyo en nuestro programa de oración (vers. 14,26,27).

· Nos asegura su voluntad de hacer que todo sea para nuestro bien eterno y nos reitera nuestro destino de salvación (vers. 28,29).

Pero Satanás no solamente nos golpea físicamente, también psicológicamente. Es muy astuto para sembrar dudas y canalizarlas hacia la incredulidad. Los golpes continúan durante mucho tiempo. Por eso es bueno recordar que Jesús nos protege de esos golpes. ¡Sí! Nuestro hermano mayor dice al diablo: « No te vuelvas a meter con él ».

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