lunes, 21 de junio de 2010

El gozo de Dios

« En aquel día ya no me preguntarán nada. Ciertamente les aseguro que mi Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre » (Juan 16:23).

En otras palabras: « Aquí les dejo los cheques firmados, pónganles ustedes la cantidad y cóbrenlos ». ¿Verdad que no puede ser así? ¿Entonces qué fue lo que Jesús quiso decir? ¿Qué podemos entender de semejante promesa? Cuando leemos la biblia siempre es importante, y en muchos casos imprescindible, leer el contexto de las declaraciones. Incluso en nuestras conversaciones, cuando alguien cita determinadas palabras que nosotros dijimos, algunas veces tenemos que hacer correcciones y decimos: « Pero no saques mis palabras de contexto ».

¿De qué está hablando Jesús en ese versículo? Son las últimas instrucciones de Jesús compartió con sus discípulos. En el escenario estaba cubierto por una nube de tristeza porque en realidad se trataba de una despedida. « Vuelvo al Padre » (Juan 16:28), les dijo. Jesús observó las miradas interrogativas de sus seguidores y les habló acerca del gozo en el cual su tristeza sería transformada.

Era natural que los discípulos estuvieran tan tristes. Los últimos acontecimientos habían estado matizados de una despedida.

Tengo un nieto que cada vez que regresamos de visitarlo o de que él nos visita, un día antes ya se comienza a reflejar en su rostro los matices de una despedida.

El lavamiento de los pies, el diálogo acerca de una traición, las palabras « voy a prepararles un lugar » (Juan 14:2) y « les conviene que yo me vaya » (Juan 16:7), todo apuntaba a una despedida, y sabemos muy bien que las despedidas son muy tristes. En el marco de estos acontecimientos y diálogos, Jesús se comprometió a entregar una promesa a sus discípulos: « Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. […]. Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán, y nadie les va a quitar esa alegría » (Juan 16:20-22).

« Escasa idea tenemos de la fuerza que adquiriríamos si nos pusiéramos en contacto con la fuente de toda fuerza »

No hay comentarios: