¿Dónde está Jesús?

Jesús le dijo: « ¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas? » Ella, pensando que se trataba del que cuidaba el huerto, le dijo: « Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, y yo iré por él » (Juan 20:15).

Si nos ponemos en el lugar de María, había muchas razones para llorar. En el marco de la realidad de Jesús, las había para estar gozoso. Pero parece que no resultó tan fácil creerlo. Puedes revisar el caso de Tomás, aquel domingo, cuando él no creyó a pesar de que los otros compañeros le decían que habían visto al Señor (vers. 24,25).

María estaba más preocupada por una tumba a la cual ir a visitar. Por cierto, cada vez con menos frecuencia, hasta que el recuerdo de Jesús se hiciera tan vago, que se convirtiera en una leyenda. María había sido la primera en ir al sepulcro aquel domingo muy de madrugada. ¿Quisieras cambiar el mensaje de María a los demás discípulos cuando regresó del sepulcro? Te sugiero que la siguiente redacción: « Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: “¡La tumba del señor está vacía, se han cumplido sus palabras, sin duda estará por llegar, preparémonos para recibirlo!” ».

Lindo mensaje, ¿No es cierto? Sin embargo, imagino que lo que realmente dijo fue en un tono cargado de tristeza: « ¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabeos dónde lo han puesto ¡ » (vers. 2). Todavía hay muchos seres humanos que viven como si no supieran dónde está nuestro Señor. Las lágrimas nublan su visión, y no lo pueden ver como lo vio Esteban, « a la derecha de Dios » (Hechos 7:56).

Si no sabemos donde esta nuestro Señor, cargaremos con nuestras culpas, nos quedaremos sin buenas nuevas, transitaremos por el mundo sin esperanza. ¿No es cierto que estas sean realidades muy comunes entre los que nos decimos seguidores de Jesús? María tenía a Jesús a su lado, pero toda la carga de su incredulidad le hacía pensar que no era él.

« Ahora se regocijan en los rayos no empañados de la refulgencia y gloria del Rey, en su majestad »