Conocer la voluntad de Dios

Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad él nos oye (1 Juan 5:14).

En otras palabras, aceptar la voluntad de Dios es la más grande bendición. ¿Estás seguro que llegarás a estar en condiciones de orar en armonía con el plan que Dios ha diseñado para tu vida? Alguna vez le oí decir a uno de mis hijos: « Mamá, no ores, porque cada vez que oras se desbaratan mis planes ».

Dulce apenas va a enfrentar los desafíos de su vida profesional; pero guarda un marcador en este texto porque una amiga se lo regaló, después de pedir a Dios que le « indicara los planes a seguir de acuerdo a su voluntad y no mis deseos », escribió. ¿No es acaso un verdadero milagro encontrar jóvenes que estén dispuestos a enfrentar su vida de servicio con el deseo de cumplir con los planes de Dios?

Típicamente nuestras oraciones tienen que ver con demandas y solicitudes. Nadie nos tiene que decir que incluyamos peticiones en nuestras oraciones. Desde pequeños nos acercamos a Dios pidiéndole protección y salud. Más bien, se nos tiene que recordar repetidamente que incluyamos palabras de agradecimiento y de alabanza. Pero muy pocas veces se nos indica que es mejor quedarnos callados y tratemos de que él [Dios] nos muestre su voluntad. Esta es la enseñanza del versículo de hoy.

Muchas veces enfrentamos crisis en nuestra vida personal, otras veces familiares y también profesionales. Las organizaciones en las que nos desempeñamos, también entran en crisis. Vivimos en tiempos en los cuales la palabra « crisis » nos identifica. Especialmente, en esas circunstancias, es cuando necesitamos conocer la voluntad de Dios.

¿Y cómo la conocemos? Necesitamos dedicar tiempo para estudiar la Biblia. Para escudriñar la orientación profética, de modo que recordemos y analicemos los grandes principios de la conducción de Dios para el cumplimiento de nuestras responsabilidades.

« NO abandone la búsqueda hasta que hayan conocido cuál es su relación con Dios y su voluntad con respecto a ustedes »