Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó: « ¿Quieres quedar sano? » (Juan 5:6).
« Oye, Jesús, parece que no te has dado cuenta de que estás en el estanque de Bethesda. Ahí es un hospital de desahuciados, ¿cómo se te ocurre hacer esa pregunta? » Claro que Jesús sabía dónde estaba y también se podía imaginar que todos querían ser sanos. No tenía que haber preguntado. No obstante Jesús quería escuchar la respuesta: «Claro que quiero, pero no puedo ».
¿Habías pensado que esa es la respuesta que todavía quiere escuchar Jesús, mientras se pasea por este mundo lleno de desahuciados, víctimas de sus deseos de hacer el bien, pero que no pueden? « Señor --Respondió el enfermo-- no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes » (vers. 7).
Bethesda significa « casa de misericordia ». ¿Crees que lo que ocurría en el estanque armonizaba con el nombre? Lamentablemente no. Bien podríamos llamar al estanque, la « casa de la competencia ». No eran dos o tres, « se hallaban tendidos muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos » (vers. 3). Todos querían ser los primeros en entrar al estanque. Sin duda llegaban algunos moribundos y de allí los sacaban para llevarlos al cementerio; morían esperando el movimiento del agua.
Igual ocurre hoy, cuando muchos mueren esperando que alguna receta surta efecto para sanar su corazón de angustia, para sanarlos de sus adicciones, para librarlos de los sentimientos de culpa, para curarlos de sus inclinaciones pecaminosas.
« Levántate, recoge tu camilla y anda » (vers. 8 ). Un milagro. Sí, un milagro es lo que nuestras vidas enfermas necesitan. Un milagro. Sí, eso es lo que necesitamos anunciar en nuestro vecindario, en muchos barrios, pueblos y ciudades. Para que ese milagro se produzca, necesitamos decirle: « Quiero, pero no puedo ». Y nuestra emergencia es su oportunidad.
« Los rayos brillantes de la luz celestial están alumbrando tu sendero, querido joven, y te ruego que saques el mayor provecho de tus oportunidades »
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