jueves, 29 de abril de 2010

Reflexión

El Pescador

Un banquero de inversión americana, estaba en el muelle de un pueblito caribeño, cuando llego un bote con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.

El Banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos.

El pescador le respondió –Solo un poco de tiempo—

El Banquero, luego le preguntó: –¿Por qué no permaneces más tiempo y sacas más pescado?—

El pescador le contesta: –Tengo lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de mi familia—

El banquero le pregunta: --Pero ¿Qué hace usted con el resto de su tiempo?—

El pescador le contesta: -- Después de pescar, descanso un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora, voy al pueblo por las noches donde tomo vino y toco la guitarra con mis amigos. ¡¡Tengo una vida placentera y ocupada!!

El Banquero le replica: --“Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, después con las ganancias podrías comprar varios botes, y eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros…

…En vez de vender el pescado a un intermediario, lo podrías hacer directamente a un procesador, y eventualmente abrir tu propia procesadora. Podrías así mismo controlar la producción, el procedimiento y la distribución.

…Deberías salir de este pequeño pueblo e irte a la Capital, donde manejarías tu empresa en expansión”.

El pescador le pregunta: -- Pero ¿Cuánto tiempo tarda todo eso?

A lo cual el banquero le responde –Entre 15 y 20 años—

--¿Y luego qué?—replicó el pescador

El banquero se ríe y le dice: --esta es la mejor parte—

…Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta Inicial de Acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverías rico, tendrías millones—

--Millones… y ¿luego qué? – replica el pescador.

El banquero le dice: --Luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, caer todas las noches al pueblo donde tomarías vino y tocarías la guitarra con tus amigos.

El pescador le responde: --¿Acaso no es lo que tengo ya?

Moraleja:

Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene, pero que muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos, y no sentirnos mal por aquello que no tenemos.

“Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”

La felicidad es un trayecto, no un destino.

Enviado por: Victor Mejia

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