Las condiciones climáticas siguen afectando los recursos naturales del país. Ahora se reduce el caudal de los ríos en forma drástica, y la situación podría empeorar en lo que queda del verano, advirtió Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Algunos afluentes de la Costa Sur están casi al nivel mínimo, y otros podrían entrar en situación crítica en marzo y abril próximo.
Sánchez señaló que normalmente el suelo sigue húmedo hasta noviembre, pero en el 2010 la situación cambió, cuando dejó de llover a mediados de octubre y empezaron a llegar fuertes frentes fríos que secaron la tierra.
Además del frío hubo ausencia de nubes, lo cual contribuyó a mayor evaporación del agua, que a su vez resecó el suelo y evitó que se filtrara la humedad al subsuelo.
Sánchez agregó que el bajo caudal de los ríos también obedece a que el agua es desviada desde las montañas, y si continúa esa práctica, en lugar de afluentes solo habrá pequeñas pozas.
Según el Insivumeh, el río Motagua, que alcanza un nivel máximo de 2.25 metros de profundidad, ayer tenía solo 36 centímetros, y el Achiguate, con 1.50 metros como máximo, ahora tiene 10 centímetros. El Ostúa, que en invierno llega a dos metros, ayer tenía solo 23 centímetros.
Captar agua de lluvia
Jorge Mario Molina, directivo de la Red de Agua y Saneamiento de Guatemala (Rasgua), expresó que por ahora se debe pensar en medidas urgentes de manejo del agua, ante la disminución del recurso hídrico superficial, pero a mediano y largo plazos se deben comenzar a planificar obras para capturar el agua de lluvia.
“Se debe planificar la institucionalidad y gobernabilidad del recurso con obras de regulación, porque en Guatemala no hay capacidad instalada de regular más allá del 5 por ciento del agua de lluvia y el resto se pierde en el mar, mientras países vecinos tienen hasta dos mil 300 presas para captar la precipitación pluvial”, expresó.
Problemas sociales
La reducción del caudal de los ríos puede ocasionar problemas. Ayer algunos agricultores de Nueva Concepción, Escuintla, expresaron preocupación y consideran que parte del problema es porque fincas ubicadas río arriba desvían el agua para regar sus cultivos.
Vecinos de la cabecera de Escuintla también se quejaron de que riachuelos de los cuales se abastecían prácticamente desaparecieron, ante la indiferencia de las autoridades.
Técnicos de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres señalaron que cuando los incendios forestales sobrepasan la capacidad de las brigadas contra incendios se necesitaría lanzar agua desde helicópteros, pero les atemoriza no contar con fuentes de abastecimiento para esas emergencias.
Sánchez recomendó autorregular el uso del líquido para no desaprovecharlo, sobre todo en el área rural para proteger los riachuelos y nacimientos, con reforestación, porque esas son las fuentes de abastecimiento de las comunidades.
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