jueves, 21 de julio de 2011

Reflexión


Los hijos deletrean Amor como T-I-E-M-P-O…

Hay pequeños ojos que te observan, y lo hacen día y noche; 

Hay pequeños oídos que pronto reciben cada palabra que expresas;

Hay pequeñas manos que anhelan ansiosamente hacer todo lo que haces.

Y un pequeño niño que sueña con el día cuando llegue a ser como tú.

Tú eres el ídolo del pequeño, eres el más sabio entre los sabios.

Y de ti nunca se levantan sospechas en su pequeña mente.

Devotamente cree en ti, y cree todo lo que dices y haces.

Y cuando crezca como tú, dirá y hará las cosas igual que tú.

Hay un pequeñín de ojos atentos que siempre cree que tienes la razón.

Y sus oídos están siempre atentos, y día y noche te observa.

Y en todo lo que cada día haces, dejas el ejemplo.

Al pequeño niño que espera un día crecer, y ser igual que tú.



Los hijos creen en sus padres y desean ser igual a ellos, son las personas más importantes en sus vidas. Por el resto de sus vidas recordarán el ejemplo que les hayan dado. Disfruten el tiempo que pasan junto a sus hijos y nietos. Es uno de los más grandes regalos que puedan obsequiarles.

Bendígate Jehová… todos los días de tu vida… y veas a los hijos de tus hijos. (Salmo 128: 5-6)



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