lunes, 6 de diciembre de 2010

“Biocombustibles no son la mejor solución”

Poco antes de participar en la Cumbre de Cambio Climático Cancún 2010, que concluye el 10 de diciembre, las ecologistas Ana Filippini, de Uruguay, e Ivonne Ramos, de Ecuador, cuestionaron el uso de los biocombustibles como medida para reducir las emisiones de CO2 en el mundo.

A la charla se unió Carlos Salvatierra, ambientalista del grupo Savia.

¿Frente a qué panorama llega la cumbre de Cancún, México?

Filippini: Hay una crisis climática importante reconocida por los gobiernos. En 1992 se reunieron por primera vez en Río de Janeiro, Brasil, para detener el cambio climático, y se reconoce como un problema grave y urgente que los combustibles fósiles están afectando la temperatura global e incrementando los gases de efecto invernadero, que es lo que origina el cambio climático.

¿Cómo nos encontramos desde esa reunión?

Filippini: Cancún es la 16 reunión sobre cambio climático. Se han gastado millones de dólares y millones de palabras, y desde esa convención, donde se deberían tomar medidas urgentes para que los combustibles fósiles disminuyan o desaparezcan, no se ha determinado ninguna medida.

Lejos de encarar el cambio climático, lo que se ha hecho es perjudicar más el clima, tomando medidas que no han servido. Una de estas es la apuesta y promoción de los biocombustibles, llamados así para ponerles un nombre lindo. En realidad, las organizaciones campesinas han decidido que se llamen agrocombustibles, porque se hacen a partir de un cultivo agrícola que emplea grandes extensiones de tierra y además utiliza recursos innumerables de suelo: agua que es de las poblaciones locales y se pone al servicio de las grandes compañías, que son las únicas beneficiadas con esos cultivos.

En el cultivo de caña de azúcar, ¿es el excedente lo que se usa como biocombustible?

Filippini: Sí y no. Sí; por el momento se están utilizando los subproductos, pero también hay una parte de la caña que va como combustible. En la medida en que se encuentran mercados de exportación, aumenta cada vez más el área de cultivo. En todo el mundo se incrementan estas día a día, porque hay beneficios a las empresas para la producción de estos productos, sean directas o indirectas.

Son cultivos que utilizan gran cantidad de agua, y eso quizás es el peor efecto para las comunidades. Estuvimos de visita en Nueva Concepción, Escuintla, donde varios ríos fueron desviados de su cauce para la plantación de palma y caña. Las poblaciones pierden totalmente la posibilidad del uso del agua. Y durante el invierno, el río, fuera de su cauce, inunda estas aldeas.

Además del agua, ¿cuáles serían las otras amenazas?

Salvatierra: Hubo una tala de los últimos árboles y deforestaron. Esto lo utilizan para generación eléctrica. El aumento del área de cultivo es utilizada en combustible para generar energía. Fueron camionadas que salían cada día. Los Ingenios que más están destruyendo son Pantaleón, Magdalena y Palo Gordo.

¿Existen denuncias sobre estos ingenios?

Salvatierra: Sí, hay procesos. El alcalde tomó una decisión acertada, pues controló la tala. Hay una regulación, mas no está ganada la batalla, pues fue algo muy puntual; aunque hemos oído casos de amenazas para los alcaldes por parte de los mismos ingenios.

¿Cuáles son las principales amenazas de los biocombustibles, además del excesivo uso de agua?

Ramos: Por cada litro de combustible obtenido, tiene que tener incorporado la cantidad de emisiones producida por el cambio de uso del suelo. Una selva tropical se convirtió en monocultivo.

El uso de agrotóxicos que se producen con petróleo, de maquinaria y luego la movilización de ese producto. Si se contabiliza todo esto, el saldo es desfavorable. En tal sentido, las contabilidad que tenemos que hacer es a nivel planetario. Y a nivel local, los impactos por el destino que se da a la tierra.

Estamos ante un dilema, ¿qué solución se propone para detener el calentamiento global?

Filippini: Creando verdaderas fuentes de energías alternativas. Estamos en un momento crucial para tomar conciencia de qué estamos haciendo y que se den cambios absolutos: en los medios de transporte, uso del combustible.

Ramos: El futuro a nivel mundial está en la agricultura campesina, de pequeña escala, familiar, es la que logra mantener y enfría el planeta. La alternativa es que los Estados protejan este modelo agrícola y no lo amenacen con el agronegocio.

Por último, la lucha de los pueblos en resistencia. La propuesta de los pueblos indígenas es la única solución real para evitar emisiones.

http://www.prensalibre.com/noticias/Biocombustibles-mejor-solucion_0_385161510.html

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