miércoles, 17 de noviembre de 2010

La Entrega

Debilidad del Estado favorece la pobreza

Un Estado débil, carente de transparencia y eficacia impide, principalmente, el desarrollo y bienestar de comunidades rurales y de la población indígena, sentencia el nuevo informe nacional de desarrollo humano, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual fue presentado ayer al presidente Álvaro Colom.

El estudio partió tras haberse formulado tres interrogantes para concluir en la necesidad de que el Estado guatemalteco se convierta en promotor del desarrollo, todo encaminado a combatir la pobreza.

René Mauricio Valdés, coordinador residente del PNUD, consideró la urgente necesidad de que Guatemala avance en ese camino, además de garantizar la eficacia y transparencia del Estado como uno de los principales desafíos. “Hay que fortalecer las instituciones de seguridad y justicia, las políticas sociales para combatir la pobreza y fomentar mecanismos para la modernización de la economía”, manifestó.

En estas materias, así como en las que se refieren a educación y salud, el país mantiene un grave rezago en comparación con los otros de la región, evidenció dicha investigación.

Los investigadores cuestionan: ¿es este solamente un Estado débil, incapaz transitoriamente de hacerle frente a sus responsabilidades históricas?, ¿es un poder que exhibe malformaciones estructurales muy difíciles de superar, resultado de la acción de los poderes fácticos y del crimen trasnacional organizado? o ¿puede aceptarse la insinuación de que existen poderes paralelos que penetran los ámbitos de lo público e influyen desde ahí en función de sus intereses criminales?

Linda Asturias, coordinadora del Programa de Informes Nacionales de Desarrollo Humano, expuso durante la presentación del documento que se necesita un Estado fuerte para promover bienestar y riqueza a los pobladores. “Históricamente el Estado ha sido débil, y hay mucha información que lo demuestra, principalmente en la capacidad fiscal”, expuso.

La experta agregó que otra debilidad tiene que ver con la falta de estadísticas oficiales, lo cual impide reconstruir los datos de la burocracia de 1980 a la fecha.

“Esto llama a la reflexión, porque las decisiones informadas son indispensables para la continuidad de las políticas públicas”, lo cual no existe, afirmó Asturias.

Factores negativos

Las premisas anteriores están sustentadas en un nuevo indicador que elaboró el equipo de Asturias para evidenciar con claridad la situación nacional, y que es el Índice de Densidad del Estado, el cual revela cómo en las áreas rurales con extrema pobreza hay ausencia del Estado y de los indicadores de salud, seguridad, educación, financieros y la recaudación tributaria.

“La presencia estatal está concentrada en la capital —635.9 por ciento—, en las cabeceras departamentales —185.3 por ciento—, y la menor, en los municipios —80 por ciento—”, indicó.

A la falta de descentralización debe sumarse que en Guatemala no existe “meritocracia”, que permita a los burócratas forjarse una carrera según su capacidad, competir por los puestos y jubilarse con remuneración.

“Acá tenemos una estructura de empleo permanente y temporal, y es este último el que no permite la continuidad de la política pública, y sobre todo produce zozobra en la estructura de las instituciones”, señaló la experta.

Ahora hay 63 mil empleados en la capital —37 por ciento—, un promedio de mil 523 en las cabeceras departamentales y 250 en las comunidades.

Otro factor que evita el fortalecimiento del Estado, de acuerdo con Asturias, es la política fiscal. “Sin recursos no es posible hacer política pública. Podemos tener a las mejores personas conduciendo el Estado, pero si no tienen fondos, están en una posición difícil”, aseveró.

Añadió que el informe aprueba un modelo según el cual la política tributaria tendría que cumplir tres funciones prioritarias: estimular el crecimiento —lo cual hace—, tener la capacidad de atenuar choques adversos —los datos dicen que la política es procíclica, es decir, que no cumple— y la capacidad de redistribuir el ingreso.

Según la experta, la política fiscal actual tiene dos aristas: la de los ingresos y los gastos. “Al examinar los primeros, estos provienen de impuestos indirectos, al consumo, los cuales pagan en igualdad de condiciones las personas más pobres y las que cuentan con más recursos”, recordó.

Respecto de los gravámenes directos, Asturias dijo que existe una tributación más equitativa.

Otro problema del Estado en este sentido es la evasión tributaria. “Ha sido capaz de reducir la evasión en el IVA (Impuesto al Valor Agregrado), pero cuando se compara con la del ISR (Impuesto Sobre la Renta), los niveles están cercanos al 60 por ciento”, refirió.

La desigualdad sigue presente en la distribución de los recursos y es otro de los aspectos que definen como débil al Estado de Guatemala.

De acuerdo con la investigadora, el quintil que recibe más ingresos está captando Q57 de cada Q100, mientras que el quintil con menos ingresos, recibe Q3 por cada Q100.

“Eso refleja que la sociedad guatemalteca es por demás desigual. La política fiscal puede lograr nivelaciones si redistribuye al sector de salud el 1 por ciento y al de educación —preprimario, primario y medio— el 2.3 por ciento”, aseguró.

De los más violentos

Los indicadores de seguridad y justicia tampoco son alentadores.

La tasa de homicidios por cada cien mil habitantes ascendió de 1999 —26— al 2009 —49—. “En el 2006, la tasa era de 47, mientras que en América Latina, de 25, y la mundial, nueve”.

El indicador coloca a Guatemala entre los países más violentos del mundo.

Las cifras reflejan que la sociedad guatemalteca se encuentra sumida en un nuevo tipo de conflicto que la desorganiza: mafias criminales en abierto desafío al Estado.

También se detalló la tasa de homicidios en los municipios y cómo varían de acuerdo con la ubicación geográfica. Son más altas en la capital y más bajas en sitios que no son cabeceras departamentales.

Por ejemplo, en Guatemala, el número promedio de homicidios del 2006 al 2009 fue de mil 211; Mixco, 354.7; Villa Nueva, 265, y Puerto Barrios, 131.7.

En Santo Tomás La Unión, Suchitepéquez; Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango; Sibinal y Río Blanco, San Marcos, la tasa de homicidios se mantiene en cero.

En el caso de la violencia contra la mujer del 2008, las agresiones se incrementaron de cuatro mil 539 a 12 mil 916.

La experta considera que el Gobierno tiene grandes posibilidades de revertir la situación e impulsar acciones para fortalecer al Estado y mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos.

Logros del Gobierno

Pese a lo alarmante de la información, el presidente Colom aprovechó su discurso, tras haber recibido el informe, para decir que lo analizará con su Gabinete, así como para enumerar algunos de sus logros.

Destacó que los bancos del sistema tienen US$1 mil 500 millones para créditos; otros Q5 mil millones en fondos propios para créditos a la producción; además, que en el país se duplicó el número de megavatios instalados en electrificación; la construcción de la Franja Transversal del Norte, el Corredor Económico del Polochic y que aumentó en un millón el número de niños en las escuelas del 2009 al 2010.

“Tenemos una economía sólida, reservas monetarias”, afirmó, y que en el país existe una polarización desde 1954, que evita la consolidación de acuerdos para el desarrollo.

http://www.prensalibre.com/noticias/Debilidad-favorece-pobreza_0_373762647.html

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