miércoles, 17 de noviembre de 2010

Dios te capacita

Yo le respondí: « ¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no se hablar! » Pero el Señor me dijo: « No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo e envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene» (Jeremías 1:6,7).

Luis López, dejó su tierra en el sur de México, para buscar educación cristiana en la Universidad de Montemorelos, al norte del país. Tuvo que recorrer muchísimos kilómetros, porque su ilusión es prepararse para servir a Dios. El versículo de esta mañana ha sido motivo de gran aliento para este joven, pues creció en un ambiente adverso al evangelio y encontró en la educación cristiana un abanico de oportunidades.

No es fácil hablar para comunicar la voluntad de Dios, y más cuando, como Moisés, podemos decir: « Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra […]. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho hablar » (Éxodo 4:10). « ¿Y quién le puso la boca al hombre? », le respondió el Señor : « ¿Acaso no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita? Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir » (vers. 11,12).

Pero no es problema para Dios. Él nos conoce bien, y cuando nos llama a su servicio ya tiene un plan para nuestro desarrollo. El punto crucial es: Nuestra disposición a hacer su voluntad.

« El padre Celestial tiene derechos sobre ustedes, pues sin que se lo soliciten y sin que haya mérito de parte de ustedes, les da la plenitud de su providencia »

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