viernes, 6 de agosto de 2010

El amor divino es suficiente

Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: La fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor (1 Corintios 13:13).

El Capítulo 13 de la primera Carta a los Corintios, es conocido como « El Salmo del Amor ». Pero esta parte de la Biblia ofrece una de las grandes claves para vivir « libres de temor » El apóstol Pablo afirma que hay tres grandes virtudes: La fe, la esperanza y el amor.

Ahora bien, cuando proyectas estas tres virtudes hacia el futuro de la raza humana, sabes muy bien que tendrás que despedirte de la fe, porque « entonces veremos cara a cara » (vers. 12). También sabes que tendrás que despedirte de la esperanza, porque « cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá » (vers. 10). ¡Así solamente nos quedaremos con el amor ¡ ¿Te das cuenta de qué es lo más valioso en la vida?

Pocas veces pensamos en el enorme privilegio que representa amar. Muchos jóvenes pasan los mejores momentos de su vida peleados con sus padres, enojados con sus amigos o involucrados en relaciones sentimentales asfixiantes. Al poco tiempo, no quieren saber nada de sus padres, de sus amigos o de tener pareja. ¡Prefieren estar solos! Lo peor de todo es que, al no saber aprovechar las bondades del amor, la construcción de una perspectiva correcta de la naturaleza de Dios se dificulta.

Cuando mi madre aceptó a Cristo como su Salvador, abrió un paraguas de amor tan grande que logró incluir a toda su familia, de modo que su confianza en la Palabra de Dios nos impulsaba a creer en el Padre celestial. Cuando alguno de sus hijos se desanimaba de manera temporal, ella sabía esperar, y nunca dejaba de cobijarnos a la sombra de su amor. Su profundo amor nos enseño cómo Dios ama a sus hijos.

« Es privilegio de todo cristiano gozar de los profundos impulsos obrados por el Espíritu Santo »

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