lunes, 28 de febrero de 2011

Virtual sentencia a muerte para lago


Mientras la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (Amsa) aún espera reactivar la planta de tratamiento de aguas del río Villalobos, la Municipalidad de Villa Nueva planifica convertirla en canchas deportivas.
Esa medida prácticamente representaría la sentencia a muerte para el Lago, ya que la obra se construyó a un costo de Q24 millones, precisamente como parte del rescate de ese cuerpo de agua, en el área conocida como El Frutal, a 16 kilómetros de Amatitlán.
La planta empezó a funcionar en 2006 y fue inaugurada en 2007; tenía capacidad para tratar, cada segundo, 250 litros de aguas servidas provenientes del casco urbano de Villa Nueva y el sur de la capital.
Sin embargo las protestas de vecinos por los malos olores provenientes de los estanques motivaron recursos legales y el cierre de la planta. Ahora toda la infraestructura está semidestruida y cubierta de maleza.
La comuna de Villa Nueva gestiona la recuperación del terreno donde se encuentra la planta —el cual había sido otorgado inicialmente en usufructo a Amsa— para construir allí canchas deportivas para uso de los vecinos.
El alcalde Salvador Gándara dijo que trabajan en la elaboración de los planos, para aprovechar las condiciones actuales del terreno y convertirlo en área recreativa.


Buscan reactivarla

Édgar De León, jefe de la División de Desechos Líquidos de Amsa, comentó que la planta de tratamiento nunca funcionó totalmente, debido a las protestas de vecinos y recursos presentados en la Corte de Constitucionalidad, pero el año recién pasado este órgano falló a favor de Amsa y ahora esta busca la manera de reactivarla.
De León destacó que desde antes de que surgieran las colonias alrededor de la planta de tratamiento se había establecido que esa no era área apta para residencias, por ser de riesgo sísmico, ya que allí pasa la falla geológica El Frutal; además, por la topografía plana y cercanía del río Villalobos, era el lugar ideal para tratar aguas residuales.
El funcionario reconoció que no hubo buena comunicación con los vecinos, y sus protestas no permitieron que se completara el proceso de tratamiento, el cual ya no produciría emanaciones.
La propuesta ahora es llevar el agua hasta la segunda laguna artificial, para que quede lejos de las colonias, pero a la vecindad de las otras lagunas se observa movimiento de suelos que evidencia la construcción de una nueva zona residencial.


Lagunas artificiales

La planta de tratamiento está formada por un complejo de cuatro lagunas artificiales que funcionarían como filtros naturales. Las dos primeras miden 80 por 40 metros, con cuatro metros y medio de profundidad; todo con fondo de concreto. Las dos lagunas secundarias miden 75 por 50 metros por dos metros y medio de profundidad. Ese sistema está unido por un canal de concreto a una batería de biofiltros.
Las tormentas del 2010 hicieron crecer el río Villalobos, que socavó parte de los terrenos y destruyó infraestructura.


Posturas encontradas

Carlos Leal, residente de la colonia El Frutal, apoya la idea de construir un parque deportivo, pues estima que una planta de tratamiento produciría malos olores.
Mariela Javier, del Comité del Lago de Amatitlán, dijo que sin la planta será imposible recuperar dicho recurso natural.
Magda Solano, propietaria de una vivienda a orillas del Lago, advirtió que no activar la planta es condenar a ese cuerpo de agua a morir por contaminación.


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